La Semana Santa de Sant Mateu tiene uno de sus actos principales la procesión de les Vergues, que por su carácter singular, no tiene nada similar, en ninguna otra población. Se celebra en la noche del Jueves Santo. Cuando se inició no lo sabemos, sus orígenes se pierden en el tiempo.
Josep M. Diago Betí. Gran Maestre de la Orden del Hospital de Sant Mateu.
Esta procesión del Jueves Santo destaca por la participación de les Vergues además de las diferentes cofradías y grupos de la localidad. Los cofrades de las Vergues, están formados por un grupo de seis personas con una túnica de color marrón y con una larga cola de tres metros que arrastran por el suelo y llevan un sudario blanco que cubre la cabeza. Acompañan a una imagen de Cristo Crucificado, cubierto también por un sudario, llevando tres de ellos en las manos unas larguísimas varas (Vergues).
Este grupo representa a los cofrades que antiguamente acompañaban a los acusados (reos) en el momento de ser ajusticiados. Durante el recorrido de esta procesión se visitan tres iglesias de la localidad.
Inician su recorrido a las 22.00 horas, bastante tiempo antes de que el restante de las cofradías hacen el recorrido por parte de la población; se sale de la iglesia de Sant Pere y pasa por las calles La Cort, Bonaire, y se llega a la Iglesia de San Agustín, que está junto al Convento de Santa Ana, entran los cofrades, dando una vuelta por la iglesia y se encaminan a la calle Valencia, Plaza Mayor, calle Sant Bernat y se entra en la Iglesia Arciprestal por la puerta gótica (La Puerta Falsa), la banda de música y un coro de barítonos interpretando el Salmo de Miserere, también conocido como el Salmo de David en el Antiguo Testamento, (Salmo 51), que como se sabe es el más intenso salmo penitencial del canto del pecado y la aflicción en la más profunda e intensa meditación, sobre la culpa y el arrepentimiento y pidiendo a Dios la gracia y el perdón.
Se sale de la Iglesia Arciprestal, uniéndose al resto de los componentes de la procesión y todos los participantes realizan en el orden tradicional del recorrido en las procesiones, por las típicas calles de Sant Mateu. Empezando por la Plaza Mayor, por las calles Morella, Zaragoza, Forn Vell, Bonaire, Plaza San Agustín, calle Valencia, se vuelve a la Plaza Mayor y a la escalinata de la Iglesia Arciprestal, finaliza la manifestación religiosa, se entran las peanas respectivas a la Iglesia y así queda finiquitada la procesión del jueves Santo, denominada la de Les Vergues.
Participan además del grupo de les Vergues, las cofradías de la Virgen de la Soledad, de la Virgen de Dolores, el Grupo de Tambores y los grupos escénicos de las esclavas, clavarias, la Banda de Música Santa Cecilia y otros.
Entre “otros”, estamos los caballeros de la asociación Antiguas Órdenes Militares del Maestrazgo de Sant Mateu, que hace ya algunos años se incorpora a esta manifestación religiosa, como frailes que somos, pero también guerreros. Llevamos el traje tradicional de la Orden religiosa del Hospital, (Traje negro con cruz blanca), en la mano una antorcha y con la capucha puesta en señal de duelo y dolor.
Este año, por primera vez desfilé con la Asociación, puesto que todos los años anteriores y han sido muchos, lo he hecho con la Cofradía de la Mare de Déu de la Soletat, pero esta vez me pidieron mis colegas hospitalarios, que si podía hacerlo con ellos, a lo que no tuve ninguna pega para hacerlo.
Quiero destacar de la procesión, la solemnidad del momento, donde el silencio de la noche, es roto por el retumbar de los tambores que te estremecen el alma; algunas veces, se cumplen promesas diversas y se ven cofrades liberados del calzado, con los pies desnudos sobre el frio suelo, es conmovedor; ha habido algún año que para cumplir el juramento por una solución a un grave problema, hay cofrades que arrastran pesadas cadenas y eso sí que es estremecedor, la piel se te pone de gallina por lo escalofriante de la imagen y la dureza de llevar tal carga.
Cierra la comitiva la Banda de Música Santa Cecilia con las graves notas musicales que nos invitan a la reflexión.