Inici VINARÒS Entrevista con Samuel Verge, Pastor de La Roca

Entrevista con Samuel Verge, Pastor de La Roca

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“El auditorio de La Roca tiene espacio para 389 sillas y es apto legalmente para 800 personas de pie”

Después de la inauguración del nuevo auditorio de la Iglesia “La Roca” en Vinaròs, su Pastor Samuel Verge nos cuenta cómo se gestó el proyecto y cómo este espacio busca convertirse en un punto de encuentro de la comunidad, donde se promuevan valores de inclusión social y solidaridad. También nos habla de las diversas acciones sociales en las que han estado involucrados en los últimos años y de la misión que – desde 2003 – impulsan en la región.

Samuel, ¿cómo surgió la idea y cuál fue el proceso de creación del nuevo auditorio en la antigua N-340?

Estuvimos durante casi 20 años en la Avenida Tarragona. En 2003 éramos unas 15 personas, pero en 2017 la comunidad ya era de 150 miembros y no cabíamos. Por problemas de espacio se comenzó a hablar de la búsqueda de un lugar mayor, sin tener que estar escondidos en un polígono. Alquilar más acondicionar un local, era inviable. Por eso, a través de varias asambleas iniciamos el proceso que fue desde la decisión de trasladarnos a la adquisición, compra y reforma de la antigua Ferretería Fervi (al lado de Agrovinsa).

Fue una decisión unánime y valiente, puesto que las aportaciones económicas siempre han sido y seguirán siendo voluntarias. Los cristianos evangélicos renunciamos a la posibilidad de recibir fondos del Estado. Cuando gobernaba Felipe González pedimos que esa posible aportación fuera destinada a crear puestos de trabajo. Sin embargo, cuando se cree en los proyectos, las cosas salen. Finalmente pudimos vender el local de la Avenida Tarragona y nos embarcamos en esta aventura.

Háblanos de las características y el diseño del nuevo auditorio. ¿Qué lo hace especial y cómo contribuye a la experiencia de la comunidad durante los servicios?

Al tener profesionales que asesoran y decoran, pudimos ponerle mucho empeño y cariño para que no fuera un lugar frío sino acogedor, como nuestra propia casa. Buscamos la forma de economizar costes, dentro de un exigente Proyecto Técnico (por tratarse de un local de pública concurrencia). El lugar cuenta con un recibidor, baños, un pequeño espacio de uso interno para cafés, un espacio para exposición y librería, oficina y guardería con vistas acristaladas al auditorio, salas polivalentes, un sótano y el patio exterior.

El auditorio en sí tiene espacio para 389 sillas y es apto legalmente para 800 personas de pie. Tiene también una cabina de control para medios audiovisuales y un buen escenario. Según técnicos, artistas, ponentes y gente de todo tipo, tiene las dimensiones adecuadas para el aforo, está bien insonorizado y es acogedor. Aunque el edificio no es lo importante. La sala, la música, el sistema de iluminación y los espacios para los más pequeños sólo contribuyen a lo verdaderamente relevante, que son las personas y el mensaje.

¿Podrías resumir la evolución que ha tenido la comunidad de La Roca en Vinaròs? ¿Cómo ha crecido y cambiado a lo largo de los años?

Como decía, en 2003 comenzamos en Vinaròs y comarca unas 15 personas con el proyecto de compartir de forma sencilla un evangelio práctico y personal, sin presiones hacia los demás y de forma muy relacional. También vimos la necesidad de contribuir haciendo obra social.

Además de gente autóctona, se van incorporando a nuestra comunidad personas de muchos otros lugares. El denominador común es la buena experiencia, con actividades para todas las edades, y el aspecto espiritual, que a medida que se vive y se aplica produce cambios importantes en lo personal.

Obviamente el funcionamiento ha ido cambiando. Ahora hay varios departamentos y equipos de trabajo y atención. Sin embargo, aunque la familia crezca, no queremos perder esa atmósfera de “familiaridad”.

¿Qué significa para ti formar parte de la comunidad de La Roca? ¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de pertenecer a ella?

La experiencia de pertenecer a una familia tan grande y variada es muy especial. Encontrar amistad, apoyo emocional y, cuando es posible, también material, es algo real. Evidentemente, no hay nada perfecto, pero eso nos ayuda a crecer como personas. Empiezas a vivir un mensaje llamado “Evangelio”, que significa “Buenas Noticias” y da respuesta o ayuda en la travesía de una vida que contiene problemas o tristezas.

En nuestra libertad individual podemos comenzar a aplicarlo, y hay cambios. Respetando otras creencias y elecciones, en nuestro caso y como dijo el matemático y filósofo B. Pascal, creemos que: “en el corazón de todo hombre existe un vacío que tiene la forma de Dios. Este vacío no puede ser llenado por ninguna cosa creada. Él puede ser llenado únicamente por Dios, hecho conocido mediante Cristo Jesús.”

Tratamos también de involucrarnos en causas sociales para atender necesidades de otros. Esto afirma la dignidad personal, y a la vez descubre y potencia el valor y los talentos (a veces dormidos) de cada voluntario. Todos pueden asistir a nuestra comunidad o dejar de hacerlo, ya que nunca se está obligado a hacer algo que no se quiera.

¿Podrías describir el perfil de los fieles que asisten a La Roca? ¿Qué tipo de personas suelen formar parte de la comunidad y cómo se sienten acogidas?

Realmente no hay un perfil determinado. Asiste gente con carrera (tenemos médicos y profesionales con otras titulaciones), universitarios, amas de casa… La mayoría somos de Vinaròs, Benicarló y comarca o poblaciones del sur de Cataluña; también hay representantes de hasta diecisiete países, muchos de Latinoamérica, cuatro de Europa y uno de África. Algunas personas nunca antes habían escuchado el Evangelio y otras sí. Quizás se crea que esto es para gente mayor. Y la hay, pero la mayoría es gente joven. Otros quizás pensarán que es para gente poco culta, pero no es cierto. Parte de los integrantes tienen estudios universitarios. La fe jamás ha estado reñida con la inteligencia o la ciencia.

En cuanto a sentirse acogido, según los asistentes hay una sensación de familia muy grande desde un inicio. Creo que contribuye mucho para esto el trabajar la riqueza intergeneracional e intercultural, además del valor de cada persona, los eventos que tenemos y otros contenidos que siempre formaron parte de un “evangelio práctico y sencillo”.

Si alguien está interesado en unirse a La Roca, ¿cuál sería el proceso o los pasos a seguir para formar parte de la comunidad?

Simplemente asistiendo uno puede ver y experimentar en primera persona de qué se trata y, por supuesto, tener la libertad de no volver. Hay reuniones principales como la del domingo por la mañana, con tiempo musical y tiempo de compartir aquello que pueda ser útil en la vida diaria, inspirado en el mensaje de Jesús. También hay otro tipo de eventos más pequeños. En todos ellos, ves si realmente lo que escuchas o experimentas encaja con lo buscas o no.

Es cierto que en ocasiones se buscan soluciones a conflictos familiares, adicciones, etc, pero en otras se hace por vacío interior, búsqueda de sentido de la vida o simplemente para acompañar a alguien cercano. Sea como fuere, uno llega a formar parte voluntariamente y porque quiere hacer suyo el contenido del mensaje del Evangelio. Cualquiera que desee ser parte de La Roca, se encontrará con este tema: la fe. Y Como dijo Martin Luther King Jr:

“La fe es tomar el primer paso, incluso cuando no puedes ver toda la escalera.”

Aunque algunos nos han dicho, de forma muy respetable, “yo no creo”, lo cierto es que todos creemos en algo o le tenemos fe; sea un sistema político, una institución, personas o lo que sea. No hay nadie que no crea. Nuestra fe se basa en la obra y el mensaje de Jesús. Y todos los que consideran que encajan bien en esta visión son bienvenidos.

Sabemos que La Roca está involucrada en diversas acciones y asociaciones sin ánimo de lucro. ¿Podrías mencionar algunas de ellas y explicar cómo os implicáis en temas sociales que afectan al municipio?

RESCATA-2 es una asociación con un departamento de ayuda al drogodependiente. Desde antes de abrir la Iglesia, y durante 25 años, ha atendido unos 300 casos (20 en lo que va de año). Su fundador, Gustavo A. Hernández, y un equipo de apoyo, ha mantenido entrevistas con beneficiarios o sus familias que contactan para desintoxicación y su posterior reinserción. Hay varios casos que han culminado con éxito su rehabilitación, derivados a centros de todo el Estado. Otros han rehecho su vida, han formado familias y están en La Roca. Durante un período, la asociación gestionó una vivienda tutelada para mujeres (no víctimas de maltrato – esos casos se derivaron rápidamente a centros anónimos), pero sí en riesgo de exclusión social. Otro departamento de Rescata-2 es repartir alimentos entre los más necesitados.

Por otro lado, en 2004 nació la Asociación “Per més vida”, dedicada a la atención integral a la infancia, la familia y la juventud. Organizó las “DEGUSTACIONES GASTRONÓMICAS INTERNACIONALES” con bailes y comidas de hasta 10 países distintos. ¡Toda una fiesta en el Paseo, con gran aceptación de público! También llevó a cabo Teatros Musicales en Navidad y otros eventos. “Per més vida” abrió una Despensa Solidaria que funcionó durante 9 años, sobre todo con recursos propios y mientras hubo apoyo institucional suficiente. La trayectoria de ambas asociaciones está reconocida en Vinaròs y la comarca. Además, algunos integrantes de la Roca participan en distintas asociaciones de la localidad.

¿De qué manera La Roca se implica en temas políticos? ¿Participa activamente la comunidad en cuestiones políticas o se mantienen al margen?

En la entidad hay gente de distintos gustos y militancias políticas. La Roca, como entidad o Iglesia, no participa ni participará en política. Nunca se ha pedido el voto para nadie. Simplemente se anima a que cada uno conozca los programas y lo que va a votar.

Por supuesto hay libertad de conciencia y voto, y libertad para quien a título personal decida presentarse a elecciones. Pero nunca se representa a la Institución, puesto que como se ha dicho, los integrantes tienen distintas líneas políticas. Dicho esto, creo que la política es necesaria. Históricamente existen casos muy conocidos de implicación política por parte de gente con convicciones cristianas muy claras, como Wilberforce, que propició la abolición de la esclavitud en el Imperio británico, el nacimiento del movimiento feminista en EE.UU. por los derechos laborales, políticos o de acceso a la propiedad privada, así como otros casos más recientes.

Una vez estrenado el nuevo auditorio, ¿qué otros proyectos o iniciativas planea La Roca para el futuro?

Puesto que Vinaròs no dispone de un auditorio con capacidad y condiciones adecuadas a sus necesidades, se nos ha preguntado por el nuestro y, aunque es privado, hay disposición para estudiar posibilidades en ese sentido.

Por otro lado, tuvimos que centrar nuestros esfuerzos (en cuanto a recursos), en el cambio de sede social, pero vemos necesario volver a crecer en acción social. Contamos con bastante voluntariado, experiencia y contactos en rehabilitación de adicciones y otros campos.

En cuanto a reeditar las Degustaciones Internacionales, dependerá del grado de interés real por parte de la administración municipal. Más allá de la actividad de las asociaciones, nuestra visión como Iglesia es seguir ofreciendo un mensaje práctico, transformador y sin presiones a todos aquellos que en la Comarca quieran escucharlo y vivirlo.

Alesia Martínez | Vinaròs