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Horizonte (autoayuda)

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HORIZONTE

Hagamos un ejercicio de visualización. Imaginemos una playa, con su arena fina y suave escurriéndose entre los dedos; con el inmenso mar a pocos metros… día de mareas bajas, de calma marina.

Día de desconexión, o, mejor dicho, de “des-conexión”. Porque muchas veces, necesitamos salir de nuestro “piloto automático”, “desconectar” del mundo exterior para “conectar” con nosotros mismos, con nuestro centro.

Esos días en los que seguramente no seremos muy hábiles tomando decisiones, pero que, posiblemente, sean la llave que abra la puerta al cambio.

El cambio, el que necesitamos, ni forzando ni oprimiendo. Simplemente, dejando ser, que suceda, que fluya…

Volvamos a visualizar la inmensa playa, con sus elementos principales: aire, arena, mar y horizonte.

Si dejamos que nuestras pupilas se proyecten sobre la fina línea perceptible en lo más lejano del mar, podremos verbalizar la palabra horizonte.

El horizonte como lo último visible que, a nivel literal, separa cielo y tierra. Pero que, en términos metafóricos, “corta” o “separa” lo que vemos con lo que existe más allá de lo alcanzable a nuestros ojos.

En esos días de conexión con nuestro centro, nos pueden avasallar sinfín de pensamientos intrusivos cuyo objetivo principal es el de “cortar” o “separar” nuestras metas, o nuestros sueños, de nosotros mismos.

Nuestros pensamientos destructivos actúan como el horizonte, que separa cielo y tierra. En nuestro caso, nuestra mente separa nuestra realidad deseada de nuestra vida, porque los mensajes que nos repite son de “no puedo”; “no debo”; “y si…”

En ese caso, y, si te sientes identificado con las breves palabras escritas en las líneas anteriores, te invito a que, como el marinero que descubre y explora mar y tierra navegando las aguas e intentando llegar al horizonte, te decidas a navegar en tu cuerpo interno, en tus emociones, sensaciones y sentimientos, para que puedas llegar a descubrir y explorar que, posiblemente, el horizonte no solamente separa, sino que une lo que para ti es tu persona: cuerpo y mente. Siendo el cuerpo el protagonista de la historia, el que navega y siendo la mente la viajera, la que se deja llevar…

FELIZ VIAJE

por Raquel García Bayarri