Con los cinco sentidos… VOL. I: EL OLFATO
“SPICES”
Somos seres privilegiados, desde el momento en el que podemos acceder a un sinfín de sensaciones a partir de nuestros cinco sentidos: olfato, vista, oído, gusto y tacto.
Cinco son los sentidos reconocidos. No obstante, puedo tomarme la libertad de añadir uno más: el sexto sentido, el de la intuición.
Vayamos hoy a adentrarnos en el mundo de los olores… gracias al sentido del olfato.
Imagínate por un momento que prescindes de este sentido, que posees la capacidad de poder ver, mirar y observar… (un bello paisaje, un espectacular atardecer); que puedes saborear… (un delicioso y suculento plato); que puedes oír, escuchar… (una preciosa melodía); que puedes palpar, tocar… (el cuerpo de tu ser querido, la piel suave de tu mascota), pero no puedes oler, inspirar, olfatear… toda una vida.
Toda una vida a través del olfato, porque cuando hablamos de olores, de aromas… hablamos también de personas, momentos, instantes, recuerdos, memorias del pasado… y memorias del presente.
El sentido olfativo posee el gran poder de hacernos revivir, porque nos transporta a lugares, a estaciones… viajamos gracias al poder que ejerce dicho sentido sobre nuestra mente.
El otoño huele a tierra, a lluvia; el invierno, a humo, a café tostado; la primavera, a azahar; el verano, a sal…
Disfrutemos de nuestro presente pudiendo abrir el cajón de nuestros recuerdos gracias a los olores, pudiendo inclusive, abrir este sentido (o potenciarlo), a la vez que cerramos o anulamos otro (el visual). Porque para disfrutar de un recuerdo generado por un aroma, necesitamos desactivar distractores como puede ser el poder mirar u observar…
Hilemos y tejamos pues, el sentido olfativo con el sentido visual: LA VISTA.