No trates con prioridad a quién te trata como opción.
No se trata de actuar bajo el mandato del conocido “ojo por ojo, diente por diente”.
Es mucho más simple.
Entender que, quien te quiere para un rato, posiblemente, no merece el espacio suficiente en tu vida. Y vuelvo a repetir, no se trata de actuar bajo el mandato de nuestro ego o “falso yo”. No tenemos que defendernos de nada, ni de nadie.
No tienes, ni debes hacerlo…
Se trata de entender que, cuando eres una opción muy remota en la vida de alguien, seguramente, no sería del todo sano, o llámalo como creas, el invertir tiempo y energía en quién ni si quiera se plantea compartir su tiempo contigo.
Quién te quiere te busca, y te encuentra. Y se queda.
Porque prioridad no consiste en compartir 24 horas, 7 días a la semana. Prioridad es acordarse de, pensar en, estar en las buenas, y en las malas.
¿Verse? Cuando se pueda; cuando cuadre, cuando surja…
Si se acuerda de ti, si piensa en ti, si están cuando no estás ni para ti mismx, entonces, esa persona, (supongo) te quiere bien.
Si te busca por ganancias secundarias, si se acuerda de ti porque has compartido algo en algún espacio abierto, si las excusas son la firme garantía de que no surge, o no apetece… entonces, posiblemente, para esa persona eres una opción de entre tantas.
“No trates con prioridad a quién te trata como opción” se resume en lo siguiente:
- Quiérete
- Á(r)mate
Deja que todo fluya y que nada influya, que los que tengan que quedarse se queden, y que los que tengan que marcharse lo hagan… porqué así, se estará creando un espacio precioso para llenarlo de gente bien.
Gente que suma.
Por Raquel García Bayarri, psicóloga
