Inici ALTRES NOTICIES Mucho que decir, poco que contar… (autoayuda)

Mucho que decir, poco que contar… (autoayuda)

660

MUCHO QUE DECIR, POCO QUE CONTAR…

¿Quién habla de fracaso en pleno siglo XXI?

Fracaso como concepto que muchos de nosotros hemos llevado tatuado en nuestra mente ante cualquier “error de cálculo” cometido al salirnos de lo que esperábamos de nosotros mismos, o incluso de los demás.

Qué fracaso, no poder llegar a esa persona que, posiblemente, deseas y quieres, en la distancia y en el silencio más lúgubre y tenebroso: el de una vida en común perdida por un posible intento frustrado.

Qué fracaso, el suspender ese examen que supones te da la estabilidad y la buena conciencia de haberlo hecho de campeonato, triunfo y medalla.

Qué fracaso, no lograr ese trabajo que sueñas, anhelas y que por la presencia de ese fantasma meditabundo llamado miedo, decides no lograrlo simplemente por el hecho de no intentarlo.

Señores, fracaso no es igual a no éxito. Fracaso es la suma de las derrotas mentales por anticipar ganar la guerra.

¿Perder una batalla? Bienvenidas sean éstas que nos permiten salir, luchar y vencer. Nunca perder.

Porque el fracaso va más allá de no conseguirlo.

Porque si el fracaso fuese de la mano de una frase, sería de la siguiente: “no intentarlo”.

Sí, fracaso se asemeja más a la parálisis por miedo ante la posible derrota final.

No fracasa quien pierde, ni quien no gana. Posiblemente fracasa quien no lo intenta.

Y qué decir más:

Si la quieres, búscala, posiblemente te haya “visto” antes, pero probablemente no te haya “mirado”. Asegúrate de que sabe que estás, puede que tu presencia aún no le haya llegado.

¿Llegar al 6 y no al 9? Enhorabuena, has estado batallando y de lo malo, lo bueno…

Hazte visible, no desees sueños imposibles, porque posiblemente, ya por el simple hecho de no mostrarte, eres invisible para ese puesto de trabajo que te está esperando, sí, a ti.

Y si de todo lo anterior resulta que no (a todo, o, en parte), simplemente, ENHORABUENA.

Lo has intentado y, por tal, no has fracasado.

Bendita vida, con sus aciertos y errores.

Por Raquel García Bayarri, psicóloga