27 años después, con una pandemia por el medio y un playOff express trepidante que llevó al punto de penalti los sueños de toda una ciudad, el C.D. Benicarló vuelve a tercera división
Media vida, así definían esta semana los aficionados del club benicarlando la travesía por el desierto de las categorías regionales. Nada menos que 27 años de lucha, trabajo y también de momentos en los que “creíamos que nos veríamos abocados a la desaparición” nos dice Luis, un socio “de toda la vida y en todas las situaciones”. Una pasión por el club que comparte los domingos en el municipal Pichi Alonso, con una nueva generación de jóvenes que el pasado miércoles de madrugada esperaban la llegada de los nuevos héroes futbolísticos de la ciudad.
Una ciudad que ha visto el crecimiento deportivo y social del deporte del balompié en la ciudad, de la mano del Benicarló Base Futbol y de su hermano mayor el C.D. Benicarló. Para los primeros también ha sido una temporada histórica de ascensos, el Cadete B subió a primera regional y su Cadete A jugará por primera vez en la historia del club en Autonómica, una categoría similar a la 3ª división donde jugarán los mayores.
Este crecimiento exponencial no es casualidad, un proyecto a largo plazo que está dando sus frutos en forma de resultados deportivos. Pero no solo se ha conseguido en el verde los éxitos, en las gradas, cada fin de semana es habitual encontrar alrededor del centenar de personas viendo desde los prebenjamines a los juveniles y como no, al primer equipo. Todo ello se ha traducido en el apoyo de instituciones, empresas y colaboradores que se han sumado a un proyecto ya referente en la comarca y en la provincia.
El crecimiento social ha hecho de guía y ayuda para que el C.D. Benicarló encontrará el camino del desierto hacía el mar, y que navegará en su año del centenario por los principales puertos de la Comunidad Valenciana.
